Perotti hizo sonar el himno de la Champions.

Perotti, un chaval que el Sevilla rescató del fondo del fútbol argentino, firmó el tercer puesto y la clasificación directa para disputar la Champions. Los técnicos repescaron al argentino del filial en invierno y el destino justificó la maniobra. El Galgo ha sido una de las sorpresas de la Liga y anoche rompió la dinámica de un encuentro que estuvo abierto hasta el último minuto.

Al Sevilla le costó mucho desbordar al Deportivo, bien plantado, serio en sus acciones y dispuesto a amargar la noche festiva. La primera parte dejó en aire un duelo con menos emoción y chispa de la esperada. El Depor tocaba con sentido en el centro del campo con Sergio lanzando desde atrás a Verdú y Guardado. Juan Rodríguez se encargaba de tapar los huecos. Sin embargo, sus buenas intenciones morían cuando se acercaban al territorio de Palop. Un despeje de Adriano que golpeó en la espalda de Pablo Álvarez se convirtió en su mejor ocasión. Al Sevilla le faltaban revoluciones. Atacaba a impulsos, explotando la calidad de su gente de arriba. Y de esos arreones surgieron un cabezazo de Duscher y dos remates de Luis Fabiano y Kanouté.

Aranzubía apareció en los momentos claves. En el segundo tiempo le sacó otro remate de cabeza a Luis Fabiano que parecía inalcanzable. Con la salida de Perotti, las bandas se activaron. Navas asumió la responsabilidad y entre los dos gestaron las apariciones más brillantes. El Depor mantuvo la fe en lo que hacía, sin descomponerse lo más mínimo ante los arreones del rival. Guardado, en un par de lanzamientos de faltas, metió el miedo en el cuerpo a los aficionados. El encuentro seguía abierto; la fiesta, congelada, y el Atlético de Madrid presionando desde atrás. Entonces surgió la fuerza de Adriano, sin duda, el mejor relevo de Alves de todos los que se han probado este año. Metió un balón a la espalda de los centrales, sorprendidos por la irrupción de Perotti que rozó el fuera de juego. En ese suspiro se acabó el partido y la Liga para los sevillistas, se disparó la celebración y se eliminó el debate sobre Jiménez. El Sevilla cumplió su objetivo y mira al futuro y... a su banquillo. Al Depor aún le queda una bala.