domingo, 10 de mayo de 2009
Betis 0 - Athletic 1
EL Athletic de Bilbao, otra vez como equipo de Joaquín Caparrós, volvió a ser "la bestia" negra del Betis, al que derrotó en su feudo (0-1), por segunda temporada consecutiva, en un partido de juego mediocre y en el que el equipo vascos fue muy efectivo.
Con un juego mediocre, el Betis acusó en demasía las ausencias de hombres imprescindibles como el camerunés Achille Emana y el turco Mehmet Aurelio y, la de última hora, de Capi, para afrontar un choque de importancia para dejar atrás a un directo rival.
El Athletic, fiel a los esquemas de Joaquín Caparrós, se pertrechó en su campo a la espera de que algún contragolpe o en jugada de estrategia -bien en saque de esquina o falta- le diera el fruto a su escaso poder ofensivo, ya que todo ello se limitó a los balones sobre el ariete Fernando Llorente.
Pudo el Betis encarrilar el partido en dos ocasiones de Sergio García, la primera en el minuto 33, con balón finalmente a la derecha de Iraioz, con todo a su favor, y la otra pasado el minuto 40, en balón peleado por Fernando Vega, con centro que el atacante catalán mandó al limbo.
Un minuto después, fue el Athletic el que sacó provecho a las debilidades de las líneas de atrás del Betis, con balón que no despejó de puños Casto, y la posterior jugada, con centro medido, lo remachó de cabeza Javi Martínez para poner el 0-1.
En el segundo tiempo, Paco Chaparro recurrió a todos sus atacantes para remediar lo irremediable, con salida a la cancha del argentino Mariano Pavone y Xisco, primero, y de José Mari, después, con lo que dominó territorialmente, pero sin apenas opciones, ante un Athletic que renunció prácticamente al ataque.
No obstante, Casto se erigió en salvador de su equipo, en un remate de Velez -en posición más que dudosa-, ya en el minuto 66, mientras que Rivera, poco después, alejó el balón que se encaminaba a su meta tras un tremendo barullo ante Casto.
A falta de cinco minutos, un ataque protagonizado por Pavone lo envió, por enésima vez, al limbo Sergio García. Aunque fue el ariete argentino el que dispuso de una oportunidad clara (m.86) para poner la igualada pero el balón botó encima de la red del marco de Iraioz.
Hasta el final, mayor dominio de los béticos que se mostraron incapaces de lograr, siquiera, el empate ante un rival rácano en sus pretensiones y argumentos futbolísticos pero que volvió a sacar "tajada" en su visita al Ruiz de Lopera.
Con un juego mediocre, el Betis acusó en demasía las ausencias de hombres imprescindibles como el camerunés Achille Emana y el turco Mehmet Aurelio y, la de última hora, de Capi, para afrontar un choque de importancia para dejar atrás a un directo rival.
El Athletic, fiel a los esquemas de Joaquín Caparrós, se pertrechó en su campo a la espera de que algún contragolpe o en jugada de estrategia -bien en saque de esquina o falta- le diera el fruto a su escaso poder ofensivo, ya que todo ello se limitó a los balones sobre el ariete Fernando Llorente.
Pudo el Betis encarrilar el partido en dos ocasiones de Sergio García, la primera en el minuto 33, con balón finalmente a la derecha de Iraioz, con todo a su favor, y la otra pasado el minuto 40, en balón peleado por Fernando Vega, con centro que el atacante catalán mandó al limbo.
Un minuto después, fue el Athletic el que sacó provecho a las debilidades de las líneas de atrás del Betis, con balón que no despejó de puños Casto, y la posterior jugada, con centro medido, lo remachó de cabeza Javi Martínez para poner el 0-1.
En el segundo tiempo, Paco Chaparro recurrió a todos sus atacantes para remediar lo irremediable, con salida a la cancha del argentino Mariano Pavone y Xisco, primero, y de José Mari, después, con lo que dominó territorialmente, pero sin apenas opciones, ante un Athletic que renunció prácticamente al ataque.
No obstante, Casto se erigió en salvador de su equipo, en un remate de Velez -en posición más que dudosa-, ya en el minuto 66, mientras que Rivera, poco después, alejó el balón que se encaminaba a su meta tras un tremendo barullo ante Casto.
A falta de cinco minutos, un ataque protagonizado por Pavone lo envió, por enésima vez, al limbo Sergio García. Aunque fue el ariete argentino el que dispuso de una oportunidad clara (m.86) para poner la igualada pero el balón botó encima de la red del marco de Iraioz.
Hasta el final, mayor dominio de los béticos que se mostraron incapaces de lograr, siquiera, el empate ante un rival rácano en sus pretensiones y argumentos futbolísticos pero que volvió a sacar "tajada" en su visita al Ruiz de Lopera.
Sevilla 3 - Mallorca 1
Y tres jornadas, solamente tres, para el final de la temporada.
Está muy cerca, nos falta un pasito, sólo uno más, para tener ya en propiedad por los siglos de los siglos ese tercer puesto 2008-2009 que este equipo, nuestro equipo, lleva veinte jornadas ocupando. Parece ser que cualquier equipo, cualquier equipo de estos tan malos como el Sevilla FC, con una plantilla tan lamentable como la que conformó Monchi a principio de temporada, con un entrenador que no tiene ni idea como Jiménez, con jugadores tan vulgares como muchos de estos que visten nuestra camiseta pueda ocupar el tercer puesto de la Primera División española durante veinte jornadas y siga siendo tercero a falta de tres partidos para el final.
Y tenga la posibilidad mañana mismo de asegurar por sexta temporada consecutiva (lean despacio y entiendan lo que estoy diciendo) su participación en competición europea. Así será si el Deportivo no gana en Huelva.
Sencillamente aquí hay algo que no cuadra. Y los mismo ese algo que no cuadra es que los que llevan toda la temporada hablando de una plantilla mediocre, de un técnico que no tiene ni idea, de jugadores que no sirven son unos malditos embusteros, resentidos y mediocres sin parangón.
No tiene más remedio que ser eso.
Porque estamos hablando de un equipo que ha estado y sigue estando el tercero durante veinte jornadas.
No estamos hablando de cualquier cosa.
Tenemos 63 puntos y con 66, sigo creyendo, somos terceros a final de temporada y somos equipo de Liga de Campeones por derecho propio.
Y cabeza de serie en el sorteo de la fase de grupos.En la previa del encuentro el Sánchez-Pizjuán se entregó a Pepe Martí, un grande a quien el Sevilla FC quiso agradecer con una preciosa placa (todos los títulos, suyos y nuestros, y un sencillo “Gracias, Pep” en plata de ley) todo lo bueno que juntos pudimos compartir. Lástima esa lesión que le obligó a recibir la ovación de despedida antes de tiempo. Afortunadamente no tiene ninguna costilla rota, según me confirmó el propio Martí cuando nos saludamos tras el encuentro.
El partido de hoy era importantísimo. Mucho más cuando el Mallorca, sin comerlo ni beberlo, se puso por delante en el marcador. Pero no se lo creían ni ellos.
Fue marcar Aduriz y el más grande equipo del Sur de España se apretó los machos e hizo tocar la corneta para poner las cosas en su sitio. Durante unos minutos el fantasma del partido del Getafe voló sobre Nervión: dos tiros a la madera, varias ocasiones marradas, mucho llegar y poco, o nada, culminar.
Pero en estas apareció O Fabuloso para marcarse una jugada de raza (o cojones) y de calidad a partes iguales (partes muy, muy grandes) y se fabricó un penalti recuperando un balón imposible y metiéndose hasta la cocina con él. En la cocina, Ramis no tuvo otra que derribarle. El lanzamiento los transformó Kanouté con una clase magistral. Es difícil asombrar en el lanzamiento de un penalti pero prometo que yo quedé asombrado.
Nada extraño en un futbolista que es todo elegancia.
Al descanso, el injusto empate a uno reinaba en el marcador pero estaba claro que el encuentro no podía terminar de otra manera que con el Sevilla FC victorioso.
La segunda mitad continuó siendo el monólogo que ya venía siendo, con la diferencia de que Luis Fabiano anotó un gol magnífico (y falló otras dos clarísimas ocasiones) y Jesús Navas rubricó el espectáculo con una llegada de las suyas, recorte hacia dentro y misil tierra-aire de zurda que hizo reventar la grada de la Casa Grande del Fútbol de Andalucía
Está muy cerca, nos falta un pasito, sólo uno más, para tener ya en propiedad por los siglos de los siglos ese tercer puesto 2008-2009 que este equipo, nuestro equipo, lleva veinte jornadas ocupando. Parece ser que cualquier equipo, cualquier equipo de estos tan malos como el Sevilla FC, con una plantilla tan lamentable como la que conformó Monchi a principio de temporada, con un entrenador que no tiene ni idea como Jiménez, con jugadores tan vulgares como muchos de estos que visten nuestra camiseta pueda ocupar el tercer puesto de la Primera División española durante veinte jornadas y siga siendo tercero a falta de tres partidos para el final.
Y tenga la posibilidad mañana mismo de asegurar por sexta temporada consecutiva (lean despacio y entiendan lo que estoy diciendo) su participación en competición europea. Así será si el Deportivo no gana en Huelva.
Sencillamente aquí hay algo que no cuadra. Y los mismo ese algo que no cuadra es que los que llevan toda la temporada hablando de una plantilla mediocre, de un técnico que no tiene ni idea, de jugadores que no sirven son unos malditos embusteros, resentidos y mediocres sin parangón.
No tiene más remedio que ser eso.
Porque estamos hablando de un equipo que ha estado y sigue estando el tercero durante veinte jornadas.
No estamos hablando de cualquier cosa.
Tenemos 63 puntos y con 66, sigo creyendo, somos terceros a final de temporada y somos equipo de Liga de Campeones por derecho propio.
Y cabeza de serie en el sorteo de la fase de grupos.En la previa del encuentro el Sánchez-Pizjuán se entregó a Pepe Martí, un grande a quien el Sevilla FC quiso agradecer con una preciosa placa (todos los títulos, suyos y nuestros, y un sencillo “Gracias, Pep” en plata de ley) todo lo bueno que juntos pudimos compartir. Lástima esa lesión que le obligó a recibir la ovación de despedida antes de tiempo. Afortunadamente no tiene ninguna costilla rota, según me confirmó el propio Martí cuando nos saludamos tras el encuentro.
El partido de hoy era importantísimo. Mucho más cuando el Mallorca, sin comerlo ni beberlo, se puso por delante en el marcador. Pero no se lo creían ni ellos.
Fue marcar Aduriz y el más grande equipo del Sur de España se apretó los machos e hizo tocar la corneta para poner las cosas en su sitio. Durante unos minutos el fantasma del partido del Getafe voló sobre Nervión: dos tiros a la madera, varias ocasiones marradas, mucho llegar y poco, o nada, culminar.
Pero en estas apareció O Fabuloso para marcarse una jugada de raza (o cojones) y de calidad a partes iguales (partes muy, muy grandes) y se fabricó un penalti recuperando un balón imposible y metiéndose hasta la cocina con él. En la cocina, Ramis no tuvo otra que derribarle. El lanzamiento los transformó Kanouté con una clase magistral. Es difícil asombrar en el lanzamiento de un penalti pero prometo que yo quedé asombrado.
Nada extraño en un futbolista que es todo elegancia.
Al descanso, el injusto empate a uno reinaba en el marcador pero estaba claro que el encuentro no podía terminar de otra manera que con el Sevilla FC victorioso.
La segunda mitad continuó siendo el monólogo que ya venía siendo, con la diferencia de que Luis Fabiano anotó un gol magnífico (y falló otras dos clarísimas ocasiones) y Jesús Navas rubricó el espectáculo con una llegada de las suyas, recorte hacia dentro y misil tierra-aire de zurda que hizo reventar la grada de la Casa Grande del Fútbol de Andalucía
sábado, 9 de mayo de 2009
Betis 0 - At.Madrid 2
Victoria del Atlético de Madrid ante un Betis que vuelve a complicarse la permanencia en Primera División en el tramo final de la Liga. Con Forlán como protagonista, y tras una de las semanas más difíciles para los rojiblancos, los atléticos vuelven a asomarse a los puestos de Champions, de donde ya sólo les separa un punto.
Y lo hacen a costa de un Betis descompuesto, sin referentes en el centro del campo y con un juego muy inferior a lo que correspondería con su actual plantilla. Tampoco estuvo sobrado el Atlético, aunque sí arrancó mejor, con fluidez y rapidez en su juego. Sin Agüero, al que Abel reservó en el banquillo por unas molestias físicas, el equipo rojiblanco salió al campo bien plantado y con Forlán como principal arma.
El uruguayo, precisamente, fue el encargo de abrir el marcador cuando aún no se había cumplido el primer cuarto de hora. Lo hizo tras una buena combinación entre Maxi y Raúl García, que obtuvo un resultado inmejorable. El gol a favor, sin embargo, cambió el juego del Atlético, que se echó atrás y cedió el centro del campo al Betis.
Eso hizo que los de Nogués se fueran haciendo con un partido que tuvieron casi controlado antes del descanso, con un par de ocasiones claras de gol, incluyendo un mano a mano de Capi con Leo Franco que el bético desaprovechó.
Despropósitos continuos
La segunda mitad arrancó distinta, con claro dominio visitante. Inexplicablemente, el Betis perdió empuje y naufragó en el centro del campo, lo que llevó al equipo verdiblanco a adoptar el balón colgado como único recurso ofensivo. Y, pese a que el juego y las ocasiones eran atléticas, le hubiera sacado partido si el árbitro hubiera pitado un claro penalti por mano de Ujfalusi.
Del despropósito del Betis se contagió el Atlético, lo que convirtió el partido en un caos en el que pudo pasar cualquier cosa. Pero apareció Forlán para matar el encuentro y darle a su equipo tres puntos vitales, tras definir a la perfección una contra rojiblanca.
Y lo hacen a costa de un Betis descompuesto, sin referentes en el centro del campo y con un juego muy inferior a lo que correspondería con su actual plantilla. Tampoco estuvo sobrado el Atlético, aunque sí arrancó mejor, con fluidez y rapidez en su juego. Sin Agüero, al que Abel reservó en el banquillo por unas molestias físicas, el equipo rojiblanco salió al campo bien plantado y con Forlán como principal arma.
El uruguayo, precisamente, fue el encargo de abrir el marcador cuando aún no se había cumplido el primer cuarto de hora. Lo hizo tras una buena combinación entre Maxi y Raúl García, que obtuvo un resultado inmejorable. El gol a favor, sin embargo, cambió el juego del Atlético, que se echó atrás y cedió el centro del campo al Betis.
Eso hizo que los de Nogués se fueran haciendo con un partido que tuvieron casi controlado antes del descanso, con un par de ocasiones claras de gol, incluyendo un mano a mano de Capi con Leo Franco que el bético desaprovechó.
Despropósitos continuos
La segunda mitad arrancó distinta, con claro dominio visitante. Inexplicablemente, el Betis perdió empuje y naufragó en el centro del campo, lo que llevó al equipo verdiblanco a adoptar el balón colgado como único recurso ofensivo. Y, pese a que el juego y las ocasiones eran atléticas, le hubiera sacado partido si el árbitro hubiera pitado un claro penalti por mano de Ujfalusi.
Del despropósito del Betis se contagió el Atlético, lo que convirtió el partido en un caos en el que pudo pasar cualquier cosa. Pero apareció Forlán para matar el encuentro y darle a su equipo tres puntos vitales, tras definir a la perfección una contra rojiblanca.
Español 2 - Betis 0
El Espanyol dio un cambio espectacular en los últimos cinco partidos en los que sumó 13 de los 15 puntos en juego. Se convirtió en un equipo sólido defensivamente, aprovecha sus ocasiones y la pizca de suerte que le fue esquiva toda la campaña ahora juega a favor.
Nogués se equivocó en su planteamiento inicial y pagó muy caro dejar tan suelto a Iván de la Peña, un futbolista que puede destrozar a cualquier rival si le dejan espacios. El cántabro jugó con mucha libertad por la poca presión de la defensa visitante y no tardó en conectar con sus compañeros.
El primero en aprovecharse de la clarividencia de De la Peña fue Luis García. La zaga visitante estuvo desastrosa y dejó totalmente desmarcado al asturiano que esta vez, y después de prácticamente siete meses, consiguió marcar con un remate ajustado. El delantero celebró el tanto por todo lo alto.
El conjunto de Mauricio Pochettino controlaba el partido con cierta comodidad y tranquilidad, entre otras cosas, porque el Betis parecía estar jugando otro encuentro.
La escuadra de Nogués espabiló un poco en los compases finales del choque porque De la Peña bajó su rendimiento y el Espanyol perdió protagonismo ofensivo. Oliveira ganó algo de presencia ofensiva, aunque el delantero brasileño estuvo más pendiente de protestar que de intentar marcar.
El Espanyol definitivamente dio un paso atrás y cedió la batuta del juego al Betis. El conjunto visitante mostró algún síntoma de recuperación y 51 minutos después del inicio del choque, Mark González remató por primera vez entre los tres palos. Kameni detuvo sin excesivos problemas.
Emaná entró más en contacto con el esférico y sus compañeros lo agradecieron. El fornido camerunés, sin embargo, se acabó diluyendo por el sensacional trabajo de la defensa españolista. A los andaluces les faltó algo de fe y creer más en sus posibilidades para lograr un resultado positivo.
Los de Pochettino optaron por asentarse bien en defensa y dar algún susto a la contra. Tamudo, que sigue lejos de su mejor nivel, a punto estuvo de reencontrarse con el gol con un disparo desde fuera del área que Rircado despejó a córner. En la siguiente acción, Moisés Hurtado casi marca con un sutil toque.
El Espanyol se fue sintiendo más liberado y a pesar del sufrimiento controló bastante bien el partido. De hecho, los blanquiazules dispusieron de las mejores ocasiones en la segunda parte aunque a Luis García le faltó un poco más de tino para batir a Ricardo.
Todo apuntaba a un final dramático, pero el Espanyol se encuentra en estado de gracia. Una nueva acción de Iván Alonso, sensacional una vez más el uruguayo, permitió a Román Martínez ampliar la diferencia en el marcador y sentenciar el encuentro. Montjuïc, después de meses de sufrimiento, estalló.
Los minutos finales del encuentro fueron una auténtica fiesta para los locales que incluso pudieron marcar algún tanto más ante un Betis que deambuló sobre el terreno de juego. 17 jornadas después, el conjunto blanquiazul sale del descenso y la salvación empieza a ser una realidad.
Betis 1 - Valencia 2
Dos goles de David Villa le sirvieron al Valencia para sumar su quinta victoria consecutiva en Liga. Esta vez la víctima del asturiano ha sido el Betis, que sólo tuvo opciones al final, cuando Oliveira recortó distancias.
Se presentó el nuevo Betis de José María Nogués otra vez ante su afición, después de que el pasado domingo se impusiera por 2-0 al Sporting, mucho más aliviado en la clasificación -a siete puntos del descenso- tras dos triunfos seguidos, y eso implicó que no tuviera la imperiosa necesidad de ir descaradamente a por el partido.
El conjunto que entrena Unai Emery, por su parte, sí que se ha metido en una dura pugna por amarrar el cuarto puesto de la tabla e ir a por el tercero después de encadenar cuatro triunfos, por lo que uno más era muy importante para el equipo levantino.
La disciplina táctica de la formación andaluza desde el inicio no dejó que el Valencia pudiera utilizar una de los mejores armas, el contraataque, por lo que el choque discurrió con equilibrio de fuerzas, sin mucho ritmo y sin que se crearan opciones claras ante las porterías.
Pareció que ambos equipos se conformaron con no pasar apuros defensivos para esperar algún lance aislado con el que desequilibrar el marcador, y pudo llegar a los 34 minutos, pero el centrocampista Alberto Rivera no fue capaz de batir al meta valencianista, César Sánchez, en una magnífica oportunidad.
Seis minutos después, el chileno Mark González, quien jugó el partido al prosperar un recurso del Betis a su sanción, tuvo otra clara ocasión con un remate de cabeza al que respondió muy bien César.
Ahí se quedaron las ocasiones locales frente a un Valencia que hizo poco en la primera mitad para llevarse el partido, y que no puso en aprietos al portero portugués Ricardo Martins en este período.
Los de Unai Emery salieron en la segunda mitad más adelantados con la idea de darle a sus hombres de ataque, desaparecidos en el primer período, algo de juego, pero eso también valió para que el equipo sevillano buscara huecos entre la defensa visitante.
El partido fue otro, con más intensidad y alternativas en el control del balón, y así se abrió el marcador a los veinte minutos de la reanudación, en una trenzada jugada entre David Silva, Juan Manuel Mata y David Villa, que culminó el delantero asturiano con un preciso taconazo que sorprendió a Ricardo.
El 0-1 hizo que el Betis redoblara sus esfuerzos en ataque, pero se encontró con un rival que jugó con mucha suficiencia con el marcador a favor y que a los 79 minutos sentenció el choque con su segundo tanto, también obra de Villa, que llegó tras un despiste defensivo local.
El gol del brasileño Ricardo Oliveira en las postrimerías del choque dio emoción, pues el Betis se volcó a por el empate, pero ya sin demasiado tiempo para conseguirlo.
Betis 2 - Sporting 0
Minuto seis. Juanito inicia el contragolpe. Pasa a Capi. Este a Mark González. Recibe Emana quien de, primeras toca para Oliveira. El brasileño le devuelve en pared con excelso estilo y el camerunés, de manera magistral, inverosímil, ¡sublime! empalma una soberbia volea que se cuela cual misil, lejos del alcance de Cuéllar. ¡Golazo! Imposible de parar. 1-0. Décimo gol de Emaná. Manuel Momparlet, director deportivo del Betis y Miguel Saavedra, su representante en España, deberán cumplir su promesa y regalarle sendos relojazos. Una promesa es una promesa.
El Sporting asimiló más o menos bien semejante mazazo haciendo lo que mejor sabe hace ¡al ataque! Pero apretó en defensa más y mejor que en otras ocasiones, consciente de que, si proponía un correcalles, saldría tarifando con el póker de Ases que Nogués puso sobre la cancha. Edu, Mark González, Emaná y Oliveira.
El resultado fue un partido muy intenso e interesante. Trabajadísimo, pero con escasas ocasiones de gol. Resaltaremos una (minuto 39) que Oliveira, sólo tras gran pase de Emaná (mucho mejor desde que se fue Chaparro. Se le nota que es más feliz...), echó fuera.
El segundo acto mantuvo la misma tónica. El Sporting tuvo a los 49 minutos una clamorosa ocasión. Michel estaba solo. Iba a volear, pero remató al aire. El cuero le dio en la pierna de apoyo. ¡Susto para la parroquia local!
¿Por qué tan pocas ocasiones en un partido tan netamente ofensivo? Barral y Oliveira, los referentes en vanguardia de tirios y troyanos estuvieron perfectamente vigilados por Juanito, Arzu, Neru y Gerard que completaron un notable trabajo. Diego Camacho y Mehmet Aurelio se hincharon a recuperar balones. Quizá por eso, Nogués colocó en el campo a Rivera, un excelente futbolista injustamente tratado por un sector de la grada y que sabe galopar y retener el balón. El Sporting tampoco perdió el tiempo y potenció su bien más Preciado: la delantera, con Morán y Mate Bilic.
Y la sentencia.
Pero llegó el minuto 70. Centro de Mark González y el excelente Cuéllar cometió un error. En lugar de despejar o atrapar el balón se lo dejó muerto a Edu quien, inteligentemente ganó la posición a José Ángel, puso el balón a Oliveira y éste regaló su segundo gol a Emaná quien lo celebró besándose la muñeca... donde llevará los relojes que van a premiar su voracidad realizadora.
El partido se rompió. Y al Sporting, en pleno circo, le crecieron los enanos. A los 75 minutos, Rodríguez Santiago (que ayer volvió a ser ese fenomenal colegiado internacional que daba cátedras a base de buen hacer) expulsó a Cuéllar por cortar con la mano fuera del área una ocasión manifiesta de gol de Ricardo Oliveira, aunque cuatro minutos después las fuerzas se nivelaron porque Arzu vio su segunda cartulina amarilla por dura entrada sobre Carmelo. Expulsión merecida. Quizá debió mostrar la roja directa a Morán quien, en pleno crepúsculo del choque, realizó una entrada tan fea como absurda sobre Mehmet Aurelio. Vio sólo una amarillenta amonestación.
A diferencia de los nefastos tiempos de Paco Chaparro, el Betis no perdió los estribos con cambios absurdos. El trianero sustituía a Emaná y el camerunés juraba en etrusco. En cambio ayer, Nogués demostró que si tiene luces. Le sustituyó para que la grada le ovacionase e hizo lo que tenía que hacer, poner un central. David Rivas. De verdad... ¡¡¡santa paciencia que ha tenido Lopera!!!
Los de Preciado quemaban sus naves con dignidad y la cabeza alta buscando, al menos, el golito del honor. Ni eso. Ricardo hizo un paradón como en sus mejores tiempos a un gran disparo de Bilic. un goleador de los de siempre. Y pitido final. El beticismo disfruta con el felicísimo cambio de entrenador y el Sporting suma su cuarta derrota consecutiva. Se mete en líos, pero jugando así y con esta afición, este equipo no debe descender. Ni siquiera pasar apuros.
jueves, 7 de mayo de 2009
Si ganamos el sábado, la tercera plaza estará encarrilada
El central francés Sebastien Squillaci ha señalado hoy que, después del triunfo ante un rival directo como el Villarreal (0-2), este sábado frente al Real Mallorca, el Sevilla jugará otra "final", porque si vencen "la tercera plaza estaría muy encarrilada".
"Con dos victorias y un empate, y con los cuatro puntos de ventaja que ahora tenemos, creo que casi matemáticamente se podría conseguir afianzar esa tercer plaza", apuntó el jugador procedente del Lyon francés.
Preguntado por lo revolucionado que está el entorno del Sevilla pese a esa tercera plaza en cuando se habla del futuro del entrenador -Manolo Jiménez-, dijo que no le sorprende "nada en el mundo del fútbol".
"En Lyon acabamos campeones de Liga y Copa y el entrenador se fue. Los jugadores tenemos que dejar ese trabajo al presidente -José María Del Nido- y a su consejo. Nuestro trabajo es en el campo", puntualizó
Sobre su balance personal en esta primera temporada en el fútbol español, el internacional francés comentó que el definitivo lo podrá hacer "dentro de cuatro partidos".
"Me siento satisfecho. Es verdad que hice un par de penaltis -en las primeras jornadas-, pero fue por falta de adaptación, porque en Francia esos contactos se permiten de otro modo. Ahora estoy más adaptado a este fútbol", explicó.
"Con dos victorias y un empate, y con los cuatro puntos de ventaja que ahora tenemos, creo que casi matemáticamente se podría conseguir afianzar esa tercer plaza", apuntó el jugador procedente del Lyon francés.
Preguntado por lo revolucionado que está el entorno del Sevilla pese a esa tercera plaza en cuando se habla del futuro del entrenador -Manolo Jiménez-, dijo que no le sorprende "nada en el mundo del fútbol".
"En Lyon acabamos campeones de Liga y Copa y el entrenador se fue. Los jugadores tenemos que dejar ese trabajo al presidente -José María Del Nido- y a su consejo. Nuestro trabajo es en el campo", puntualizó
Sobre su balance personal en esta primera temporada en el fútbol español, el internacional francés comentó que el definitivo lo podrá hacer "dentro de cuatro partidos".
"Me siento satisfecho. Es verdad que hice un par de penaltis -en las primeras jornadas-, pero fue por falta de adaptación, porque en Francia esos contactos se permiten de otro modo. Ahora estoy más adaptado a este fútbol", explicó.
Jiménez: "Ocupo un puesto muy codiciado"
Manolo Jiménez reclama para sí crédito, elogios y valoración. Ante un puñado de estudiantes de Periodismo y Educación física, hizo un guiño a los periodistas presentes en la mesa redonda celebrada, junto a Chaparro, bajo el título: 'Los entrenadores y la prensa'.
El técnico admitió "no sentirse maltratado", pero bajo un discurso meditado deslizó su insatisfacción por no recibir los honores que él cree merecer. Y emitió su desencanto con descargas de ironía. Sobre las voces críticas de la afición, dijo: "No me planteo esos temas. Lo respeto. Tengo que meter al equipo en la Champions porque he sido incapaz de ser superior al Barcelona y Madrid. Lamento decir que me he visto inferior al Barça. Pero sí capacitado para pelear por la Liga de Campeones con el sexto presupuesto. Si no fuese por los dos monstruos que tenemos por encima, tendríamos números para pelear por el título de Liga".
Jiménez explicó que comenzó a jugar al balonmano, repasó su carrera, habló de entrenadores como Cardo, Wallace, Aragonés o Bilardo y resaltó el aprendizaje que se obtiene en los campos de albero, donde se curtió: "No es necesario irse a Londres a ver el Arsenal-Manchester. En la Oliva también se aprende". Hasta que un periodista, emboscado entre los estudiantes, le sacó el tema estrella. Cuando le solicitó su impresión acerca del baile de futuros técnicos que giran sobre su cabeza, reivindicó su trabajo: "Ocupo un puesto codiciado por muchos que ostento yo, que soy el que meteré al equipo en la Champions". Y apareció otra cuestión interesante: "¿Seguirá vinculado al club si no sigue en el cargo? Respuesta para la interpretación: "Soy de Arahal y la formación en los escalafones inferiores me ha servido para ser tercero. Sólo me preocupa el Mallorca. Después, será mi persona y mi familia los que decidiremos". Saquen conclusiones.
El técnico admitió "no sentirse maltratado", pero bajo un discurso meditado deslizó su insatisfacción por no recibir los honores que él cree merecer. Y emitió su desencanto con descargas de ironía. Sobre las voces críticas de la afición, dijo: "No me planteo esos temas. Lo respeto. Tengo que meter al equipo en la Champions porque he sido incapaz de ser superior al Barcelona y Madrid. Lamento decir que me he visto inferior al Barça. Pero sí capacitado para pelear por la Liga de Campeones con el sexto presupuesto. Si no fuese por los dos monstruos que tenemos por encima, tendríamos números para pelear por el título de Liga".
Jiménez explicó que comenzó a jugar al balonmano, repasó su carrera, habló de entrenadores como Cardo, Wallace, Aragonés o Bilardo y resaltó el aprendizaje que se obtiene en los campos de albero, donde se curtió: "No es necesario irse a Londres a ver el Arsenal-Manchester. En la Oliva también se aprende". Hasta que un periodista, emboscado entre los estudiantes, le sacó el tema estrella. Cuando le solicitó su impresión acerca del baile de futuros técnicos que giran sobre su cabeza, reivindicó su trabajo: "Ocupo un puesto codiciado por muchos que ostento yo, que soy el que meteré al equipo en la Champions". Y apareció otra cuestión interesante: "¿Seguirá vinculado al club si no sigue en el cargo? Respuesta para la interpretación: "Soy de Arahal y la formación en los escalafones inferiores me ha servido para ser tercero. Sólo me preocupa el Mallorca. Después, será mi persona y mi familia los que decidiremos". Saquen conclusiones.
Adriano reconoce el interés del Inter de Milán, pero sólo piensa en el Sevilla
El jugador brasileño Adriano Correia ha reconocido hoy que el Inter de Milán está interesado en ficharlo, lo que "es motivo de alegría", pero aseguró que le ha dicho a su representante que ahora sólo piensa "en el Sevilla y, sobre todo, en el partido del Mallorca" de este sábado.
"Hablé con mi agente ayer y le dije que de esto sólo hablaría a final de temporada. No quiero pensar en esto, aunque me alegro por el interés del Inter, pero me queda un mes de competición muy difícil. Ya lo veremos si sigo o no el año que viene. El Inter de Milán está viendo los partidos e interés tienen, pero mi pensamiento sólo está en el Sevilla", aseguró Adriano.
El internacional brasileño indicó que "todavía" no ha "decidido qué haría si llega esa oferta" porque de momento su único anhelo "es lograr la clasificación para la ''Champions''" y cumplir su "contrato hasta junio de 2014".
En el orden estrictamente deportivo, Adriano vaticinó que el Mallorca "tratará de jugar como lo hizo el Getafe, seguramente tratarán de defender bien y salir a la contra", pero está seguro de que el Sevilla "no va a fallar tantas ocasiones como contra el Getafe", que ganó 0-1 en el Sánchez Pizjuán.
El jugador sevillista se congratuló por la vuelta en el equipo mallorquín de su ex compañero Pep Martí a quien considera "un gran amigo, que seguro que va recibir el cariño de la gente por todo lo que le dio al Sevilla", si bien está convencido de que "vendrá a mostrar lo mejor de su fútbol y a ganar".
Otro antiguo sevillista, su compatriota Daniel Alves, logró ayer clasificarse con el Barcelona para la final de la Liga de Campeones, lo que para Adriano supone "mucha alegría por él, se merece todo esto porque ha luchado mucho para estar a ese nivel".
El futbolista de Curitiba, precisamente, ha sido uno de los encargados de ocupar la plaza de lateral derecho dejada libre por la venta de Alves, algo de lo que él se ha mostrado "encantado por jugar ahí o de lo que sea" y ha dicho que está satisfecho "por haber jugado ya este año en cuatro puestos, ser polivalente es bueno".
Adriano también fue comprensivo con los aficionados que, tras la derrota frente al Real Madrid en el último partido en casa, criticaron al entrenador, Manolo Jiménez, pues "el fútbol es resultados, y cuando no los hay, la gente se enfada", aunque resaltó que "había muchas dudas sobre el equipo, pero los resultados están ahí" y el Sevilla lleva "todo el año tercero", dijo.
"Hablé con mi agente ayer y le dije que de esto sólo hablaría a final de temporada. No quiero pensar en esto, aunque me alegro por el interés del Inter, pero me queda un mes de competición muy difícil. Ya lo veremos si sigo o no el año que viene. El Inter de Milán está viendo los partidos e interés tienen, pero mi pensamiento sólo está en el Sevilla", aseguró Adriano.
El internacional brasileño indicó que "todavía" no ha "decidido qué haría si llega esa oferta" porque de momento su único anhelo "es lograr la clasificación para la ''Champions''" y cumplir su "contrato hasta junio de 2014".
En el orden estrictamente deportivo, Adriano vaticinó que el Mallorca "tratará de jugar como lo hizo el Getafe, seguramente tratarán de defender bien y salir a la contra", pero está seguro de que el Sevilla "no va a fallar tantas ocasiones como contra el Getafe", que ganó 0-1 en el Sánchez Pizjuán.
El jugador sevillista se congratuló por la vuelta en el equipo mallorquín de su ex compañero Pep Martí a quien considera "un gran amigo, que seguro que va recibir el cariño de la gente por todo lo que le dio al Sevilla", si bien está convencido de que "vendrá a mostrar lo mejor de su fútbol y a ganar".
Otro antiguo sevillista, su compatriota Daniel Alves, logró ayer clasificarse con el Barcelona para la final de la Liga de Campeones, lo que para Adriano supone "mucha alegría por él, se merece todo esto porque ha luchado mucho para estar a ese nivel".
El futbolista de Curitiba, precisamente, ha sido uno de los encargados de ocupar la plaza de lateral derecho dejada libre por la venta de Alves, algo de lo que él se ha mostrado "encantado por jugar ahí o de lo que sea" y ha dicho que está satisfecho "por haber jugado ya este año en cuatro puestos, ser polivalente es bueno".
Adriano también fue comprensivo con los aficionados que, tras la derrota frente al Real Madrid en el último partido en casa, criticaron al entrenador, Manolo Jiménez, pues "el fútbol es resultados, y cuando no los hay, la gente se enfada", aunque resaltó que "había muchas dudas sobre el equipo, pero los resultados están ahí" y el Sevilla lleva "todo el año tercero", dijo.
miércoles, 6 de mayo de 2009
Villareal 0 - Sevilla 2
El centrocampista del Sevilla Aldo Duscher ha valorado el triunfo conseguido el pasado sábado ante el Villarreal, en el que, aseguró, los hombres de Manolo Jiménez sabían que tenían "que ganar".
Y es que esa victoria, que quebró una racha de cuatro derrotas consecutivas, deja al tercer puesto liguero encarrilado para los sevillistas, como bien sabe Duscher. "Sabíamos que teníamos que ganar, era una final y el equipo actuó bien, el Valencia pinchó y eso nos favorece, pero todavía no hay nada hecho, hay que seguir y ahora viene el Mallorca", precisó.
"Veníamos de cuatro derrotas y el equipo anímicamente necesitaba una victoria"
Por lo tanto, el argentino se felicita, aunque advierte que el trabajo no está terminado. "Ahora tenemos un poco más de margen, dependemos de nosotros mismos y no tenemos que pensar más en los que vienen por detrás, sino en realizar nuestro juego, tenemos que aprovechar este partido para confiar en nuestras posibilidades. Veníamos de cuatro derrotas y el equipo anímicamente necesitaba una victoria, más contra un rival directo, que si nos ganaba nos pasaba y se nos complicaban mucho las cosas", señaló.Igualmente, el futbolista recordó algunos de los méritos acumulados en ese triunfo sobre los amarillos. "Sabíamos que en algún momento las cosas nos tenían que salir bien, que teníamos que recuperar nuestra faceta defensiva y el gol, volvimos a dejar la puerta a cero y entre todos conseguimos ganar el partido, entre todos vamos a lograr lo que queremos", dijo, en declaraciones insertadas en el web del club.
En resumen, Duscher piensa ya en la próxima cita, con el Mallorca como rival en el Sánchez Pizjuán el sábado, que será, de paso, una buena ocasión para que se enderece el rumbo como local de los de Manolo Jiménez.
"Será muy importante el apoyo que nos va a brindar la gente, como el que nos ha brindado siempre. Ya es hora de brindarles un triunfo y que disfruten de una buena tarde. Queremos ganar pero hay veces que las cosas no salen bien, pero queremos brindarle el triunfo a la afición y que disfrute del equipo", insistió.
Y es que esa victoria, que quebró una racha de cuatro derrotas consecutivas, deja al tercer puesto liguero encarrilado para los sevillistas, como bien sabe Duscher. "Sabíamos que teníamos que ganar, era una final y el equipo actuó bien, el Valencia pinchó y eso nos favorece, pero todavía no hay nada hecho, hay que seguir y ahora viene el Mallorca", precisó.
"Veníamos de cuatro derrotas y el equipo anímicamente necesitaba una victoria"
Por lo tanto, el argentino se felicita, aunque advierte que el trabajo no está terminado. "Ahora tenemos un poco más de margen, dependemos de nosotros mismos y no tenemos que pensar más en los que vienen por detrás, sino en realizar nuestro juego, tenemos que aprovechar este partido para confiar en nuestras posibilidades. Veníamos de cuatro derrotas y el equipo anímicamente necesitaba una victoria, más contra un rival directo, que si nos ganaba nos pasaba y se nos complicaban mucho las cosas", señaló.Igualmente, el futbolista recordó algunos de los méritos acumulados en ese triunfo sobre los amarillos. "Sabíamos que en algún momento las cosas nos tenían que salir bien, que teníamos que recuperar nuestra faceta defensiva y el gol, volvimos a dejar la puerta a cero y entre todos conseguimos ganar el partido, entre todos vamos a lograr lo que queremos", dijo, en declaraciones insertadas en el web del club.
En resumen, Duscher piensa ya en la próxima cita, con el Mallorca como rival en el Sánchez Pizjuán el sábado, que será, de paso, una buena ocasión para que se enderece el rumbo como local de los de Manolo Jiménez.
"Será muy importante el apoyo que nos va a brindar la gente, como el que nos ha brindado siempre. Ya es hora de brindarles un triunfo y que disfruten de una buena tarde. Queremos ganar pero hay veces que las cosas no salen bien, pero queremos brindarle el triunfo a la afición y que disfrute del equipo", insistió.
Sevilla 2 - Real Madrid 4
Raúl González no cesa. El Madrid de la fe inquebrantable tiene el espíritu de su capitán, que marcó tres goles en Nervión para dar un golpe en el campeonato y colocar al Madrid a sólo cuatro del Barcelona. El más listo representa la ambición de un equipo que es fiel reflejo de su escudo. Raúl dio una orden en el Sánchez Pizjuán y 'su' Madrid ganó una batalla primordial para pelear de verdad por esta Liga.
El Sevilla salió derrotado de un encuentro con la verdad por delante, de los que descubren futbolistas. Raúl respondió como siempre. El Madrid se escudó en un Lass imperial y en un muro alemán llamado Metzelder para dar la vuelta a un encuentro que se escapó a la lógica inicial. El arranque del Sevilla, según mandan los cánones, se perdió con el paso del tiempo. Los de Juande fueron progresando, golpearon y salieron triunfantes.
El Sevilla se perdió con el paso del tiempo; el Madrid, hizo lo contrario
Sorprendió Jiménez apostando por Perotti en el costado, un acierto. El argentino, una piedra preciosa, desquició a Ramos, el único del Madrid que no dio la talla que sí dio su equipo. Perotti, con recursos en sus dos piernas, le dio un soberano baño al sevillano por la banda. Siempre le ganó la espalda, siempre cumplió su misión. El Sevilla tiró del tesoro que tuvo en ese territorio.
El Madrid salió a esperar y sufrió las intenciones nervionenses cimentadas en lo que el Sevilla ganó por su parcela izquierda. Como no podía ser de otra manera, desde allí nació el primero. Fernando Navarro se incorporó al ataque y sacó un servicio medido a la cabeza de Renato. El brasileño dirigió el testarazo donde no llegan los porteros, ni Casillas, y aterrorizó al Madrid. Los blancos tardaron en solventar el problema. El fútbol brilló por su ausencia. El Madrid no encontró a Guti y se sostuvo pensando en el tiempo.
El Sevilla, sin explicación, se difuminó y el Madrid encontró su rumbo pasada la media hora de partido. Los de Juande se instalaron ganando confianza en la retaguardia. Lass, la aspiradora hecha futbolista, tuvo un trabajo extra que siempre solucionó. Y perdonó el Madrid, y eso sí que fue noticia. Lo hizo Higuaín por dos veces. El argentino incorporó al equipo una chispa que era inexistente para, primero, toparse con Palop y, más tarde, mandar su intención a la derecha de la portería sevillista.
El Real se escapa de la lógica, algo que se reflejó en el 1-1. Metzelder hizo de extremo
Al filo del descanso, apareció Raúl. Nadie contaba con él, sólo Raúl González Blanco. Es lo que tiene el capitán, el que nunca desfallece. El Madrid pisoteó la lógica para colocar un golpe sicológico en la cara del Sevilla. Metzelder apareció de extremo, se marchó por velocidad y sirvió al área chica. Allí, surgió la bota de Raúl para empatar el partido. Tras el paso por vestuarios, los merengues siguieron progresando.
El Madrid se adaptó mejor a una situación que no controló el Sevilla, desgastado y sin fe, algo que sobraba en el bando contrario. Raúl firmó la condena nervionense manifestándose dentro del área. Centró Miguel Torres, el cuero lo tocó Renato y el '7' la mandó a las redes. Un toque sutil y mortal, una especialidad de la casa.
Al pie del cañón
Tres minutos después, Raúl completó su lección en el remate inteligente. Palop le concedió la muestra al madridista. El valenciano no atrapó un centro desde la derecha y, al pie del cañón, surgió, por tercera vez, Raúl González. El Sevilla ya conocía la sentencia negativa para sus intereses.
Sergio Ramos, a falta de diez para el final, creó una esperanza en Nervión. El sevillano esperó el cuero en el área chica y Capel, despierto, no desaprovechó el regalo de su amigo. Las falsas ilusiones acabaron con el gol de Marcelo y el pitido final. El Madrid se pone a cuatro con el Clásico a la vuelta de la esquina, el más decisivo en mucho tiempo. Raúl y el Real Madrid sólo piensan en la victoria final.
El Sevilla salió derrotado de un encuentro con la verdad por delante, de los que descubren futbolistas. Raúl respondió como siempre. El Madrid se escudó en un Lass imperial y en un muro alemán llamado Metzelder para dar la vuelta a un encuentro que se escapó a la lógica inicial. El arranque del Sevilla, según mandan los cánones, se perdió con el paso del tiempo. Los de Juande fueron progresando, golpearon y salieron triunfantes.
El Sevilla se perdió con el paso del tiempo; el Madrid, hizo lo contrario
Sorprendió Jiménez apostando por Perotti en el costado, un acierto. El argentino, una piedra preciosa, desquició a Ramos, el único del Madrid que no dio la talla que sí dio su equipo. Perotti, con recursos en sus dos piernas, le dio un soberano baño al sevillano por la banda. Siempre le ganó la espalda, siempre cumplió su misión. El Sevilla tiró del tesoro que tuvo en ese territorio.
El Madrid salió a esperar y sufrió las intenciones nervionenses cimentadas en lo que el Sevilla ganó por su parcela izquierda. Como no podía ser de otra manera, desde allí nació el primero. Fernando Navarro se incorporó al ataque y sacó un servicio medido a la cabeza de Renato. El brasileño dirigió el testarazo donde no llegan los porteros, ni Casillas, y aterrorizó al Madrid. Los blancos tardaron en solventar el problema. El fútbol brilló por su ausencia. El Madrid no encontró a Guti y se sostuvo pensando en el tiempo.
El Sevilla, sin explicación, se difuminó y el Madrid encontró su rumbo pasada la media hora de partido. Los de Juande se instalaron ganando confianza en la retaguardia. Lass, la aspiradora hecha futbolista, tuvo un trabajo extra que siempre solucionó. Y perdonó el Madrid, y eso sí que fue noticia. Lo hizo Higuaín por dos veces. El argentino incorporó al equipo una chispa que era inexistente para, primero, toparse con Palop y, más tarde, mandar su intención a la derecha de la portería sevillista.
El Real se escapa de la lógica, algo que se reflejó en el 1-1. Metzelder hizo de extremo
Al filo del descanso, apareció Raúl. Nadie contaba con él, sólo Raúl González Blanco. Es lo que tiene el capitán, el que nunca desfallece. El Madrid pisoteó la lógica para colocar un golpe sicológico en la cara del Sevilla. Metzelder apareció de extremo, se marchó por velocidad y sirvió al área chica. Allí, surgió la bota de Raúl para empatar el partido. Tras el paso por vestuarios, los merengues siguieron progresando.
El Madrid se adaptó mejor a una situación que no controló el Sevilla, desgastado y sin fe, algo que sobraba en el bando contrario. Raúl firmó la condena nervionense manifestándose dentro del área. Centró Miguel Torres, el cuero lo tocó Renato y el '7' la mandó a las redes. Un toque sutil y mortal, una especialidad de la casa.
Al pie del cañón
Tres minutos después, Raúl completó su lección en el remate inteligente. Palop le concedió la muestra al madridista. El valenciano no atrapó un centro desde la derecha y, al pie del cañón, surgió, por tercera vez, Raúl González. El Sevilla ya conocía la sentencia negativa para sus intereses.
Sergio Ramos, a falta de diez para el final, creó una esperanza en Nervión. El sevillano esperó el cuero en el área chica y Capel, despierto, no desaprovechó el regalo de su amigo. Las falsas ilusiones acabaron con el gol de Marcelo y el pitido final. El Madrid se pone a cuatro con el Clásico a la vuelta de la esquina, el más decisivo en mucho tiempo. Raúl y el Real Madrid sólo piensan en la victoria final.
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